Nosotros

La historia de nuestra
fundación

En el año 2009 el niño Lizardo Javier Barrios Veliz de 9 años contrajo dengue hemorrágico en última fase, como consecuencia permaneció un mes en coma y en ese tiempo sufrió un paro respiratorio que duró veinticinco minutos, las probabilidades de sobrevivir eran casi nulas, pero Dios quiso que Lizardo Javier superara ese paro respiratorio. Al practicarle una tomografía cerebral los médicos lo diagnosticaron con Edema Cerebral Severo, como consecuencia quedó con parálisis cerebral. De aquel niño sano que le gustaba jugar fútbol, tocar la batería, la guitarra, y que participaba con entusiasmo en las actividades de su colegio no quedaba nada. Permaneció postrado en cama, no podía moverse ni respirar por sí mismo, necesitaba la ayuda de un ventilador mecánico. Conforme pasaba el tiempo, la señora Verónica Veliz, madre de Lizardo Javier, comenzó a informarse sobre la forma en la que podía ayudar a su hijo para tener una mejor calidad de vida, toda la información que obtenía remarcaba la importancia de la terapia y fue así como Verónica comenzó a llevarlo a centros de terapía. Lizardo Javier empezó a mejorar, pudo dejar el ventilador mecánico y a respirar por sí mismo, pero seguía sin moverse.